4. ¿Qué ritos practica?
La Wicca se ha fragmentado mucho desde sus mismos inicios,
con muchas contradicciones entre sí y diferencias esenciales. Apenas podemos
encontrar elementos comunes entre sí más que dos reglas o leyes: “Wiccan Rede”
(Consejo Wicca), “An it harm none, do what ye will” (“Sigue tu propio deseo
pero sin causar daño a nadie”), con claras resonancias al ocultista Aleister
Crowley y su “Do what thou wilt shall be the whole of the Law”, quien a su vez
bebió de François Rabelais. A esta ley principal se añadió a finales de los
años 60 por parte de Raymond Buckland una segunda: “Three-fold Law” (La Ley del
Tres o del Retorno), que establece que “Cada acción mágica -buena o mala-
cometida volverá sobre quien la realizó aumentada por tres, en el cuerpo, el
alma y el espíritu”.
Otra serie de aspectos morales de la Wicca se encuentran en
las 4 parejas de virtudes (Alegría, Reverencia, Honor, Humildad, Fuerza,
Belleza, Poder y Compasión) de Doreen Valiente, y el código de 20+161 Leyes
Wicca, de Gardner y Alex Sanders.
Wicca es religión de iniciación en los misterios. Tiene tres
grados, desde el aprendiz o miembro brujo del “coven” al iniciado al
sacerdocio, y finalmente el sacerdote con capacidad de formar otro “coven”. Los
“covens”, o grupos Wicca, son dirigidos por un sacerdote y una sacerdotisa.
Wicca cree en la magia, que considera como realización del
deseo humano y que maneja y controla las fuerzas desconocidas de la naturaleza.
Los practicantes de la Wicca buscan participar de la fuerza divina, unirse a
ella. Los sacerdotes incluso pueden ser poseídos por el dios masculino o
femenino en el ritual de “bajar el Sol” o “bajar la Luna”, respectivamente.
Los rituales son fundamentales, y para muchos practicantes,
anteriores a las creencias, pues permiten la ensoñación y el desenvolvimiento
de lo inconsciente del ser humano y el encuentro con la experiencia religiosa.
La Rueda Anual de celebraciones de la Wicca engloba las
festividades del año solar y lunar al completo con las 8 fiestas sabbats
solares y las 13 fiestas esbats de las lunas llenas. Los sabbats son Samhain,
Yule, Imbolc, Ostara, Beltane, Litha, Lammas y Mabon, ligados a equinoccios y
solsticios y a las fiestas agrarias intermedias. Así son recreados y
participados eventos de fecundidad, de esperanza, de recogida del fruto, de
luminosidad y el calor, de oscuridad, de renacimiento y muerte naturalista.
El pentáculo o estrella de cinco puntas de la Wicca es un
elemento fundamental de esta religión. Es el círculo mágico protector,
agrupando los 4 elementos básicos (Tierra, Aire, Fuego, Agua), y además el 5º
elemento o Espíritu, que ha de colocarse en el vértice superior. Es círculo
mágico y ritual y engloba y subsume toda la realidad en sus cuatro puntos
cardinales.
Sobre el altar Wicca siempre está el cuchillo o “athame”,
que simboliza al dios masculino, y el cáliz, símbolo de la diosa femenina, con
clara alusiones sexuales cada uno.
Wicca cree en la reencarnación, creencia asumida a través de
las corrientes de la Teosofía, la cual bebió del Hinduismo y el Budismo, si
bien se centran sobre todo en la vida actual más que en la vida futura. Para
unos, la reencarnación se da en diferentes especies animales, pero para otros
siempre entre seres humanos, e incluso para otros siempre en brujos, pues “una
vez brujo, siempre brujo”, y así piensan que todos los brujos son
reencarnaciones de brujos previos. En el tiempo que media hacia la siguiente
reencarnación las almas de los brujos residen en el Mundo-Separado, aunque sus
potencias son accesibles por artes mágicas y espiritismo, prácticas que no
todos los seguidores Wicca consideran adecuadas.
No se conoce claramente cuántos seguidores Wicca puede
haber, por la inexistencia de fieles estudios estadísticos, si bien en su
mayoría son anglosajones. No obstante, podemos hablar de en torno a 200.000
miembros en todo el mundo en base a las distintas fuentes que conocemos.
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