Siddhartha y los Cuatro Encuentros

by - septiembre 25, 2018


Los primeros textos budistas se escribieron tres siglos después del fallecimiento del Buda, por lo que los relatos en torno a su vida se transmitieron principalmente mediante la vía oral y comprenden una serie de prodigios y milagros que describen una vida predestinada a alcanzar la iluminación. Tanto la dimensión mundana como la sobrenatural tienen una importancia fundamental para los seguidores del Budismo pues el relato de la vida de Buda sirve para ejemplificar su papel como un ser humano que lucha y se esfuerza por alcanzar la iluminación.

El buda histórico o sakyamuni nace con el nombre de Siddhartha Gautama alrededor del año 480 a.C en Nepal, siendo heredero de un pequeño reino al norte de la India. De acuerdo con la tradición, pertenecía a la casta de los ksatrya, es decir, la casta a la que pertenecían los guerreros y los nobles de la estratificada sociedad hindú.

De acuerdo con la tradición, el joven Siddhartha creció siendo sobre protegido por su padre, quien le había evitado conocer la vejez, la enfermedad y la muerte. Salir a la calle era un peligro, podía enfermar, encontrarse en situaciones complicadas si no estaba preparado para imponerse, pues era al parecer un chico de talante más bien retraído.


La secuencia de sucesos expresan que este primer encuentro con la realidad, digamos, provocan en él un quiebro existencial. Primero se encuentra con un hombre muy enfermo, una condición que humana que él desconocía y que le conmueve profundamente. Después se encuentra con un hombre en la etapa de la vejez, enterándose de que es proceso inevitable que inicia al momento de nacer, dándose cuenta de que este mundo es efímero.

Más adelante se encuentran con una procesión funeraria. Es la primera vez que Siddhartha se da cuenta que la muerte es un momento inevitable para todo ser humano. Perturbado, en el camino de vuelta ve a un asceta de rostro tranquilo y sereno, cuya única posesión era su túnica amarilla y una escudilla de mendigo en sus manos. Era una asceta, una persona que había renunciado al mundo en busca de la verdad.

La literatura búdica tardía afirma que estas cuatro visiones afectan al príncipe de tal modo que tomó consciencia instantánea de la dimensión del sufrimiento humano y de la futilidad de la existencia real, por lo que decide convertirse en un mendicante errante en busca de una vida espiritual que le ayudase a encontrar una solución al dolor de la condición humana.

¿Son reales o legendarios estos cuatro encuentros? En las condiciones de vida de aquella época, que nadie enfermara en su entorno es una manera de hablar, que no viera envejecer a alguien allí donde viviera es una afirmación imaginativa, que ningún allegado muriera es una afirmación inverosímil. Increíbles son así los relatos religiosos.

Por lo tanto, la historia de los cuatro encuentros nos remite al intento del ser humano de negar la realidad de la pérdida, de alejarse de todo cuanto puede causarle algún dolor. Sin embargo, también advierte que es una realidad ineludible a la que tendremos que enfrentarnos nos guste o no.

Siddhartha emprende una búsqueda espiritual en la que primero practica el ascetismo extremo, privándose de casi todo alimento hasta encontrarse casi al borde de la muerte. Una versión legendaria cuenta que próximo a morir de inanición, escuchó a un maestro enseñándole a una niña tocar el sitar, indicándole que sí la cuerda estaba muy floja, no sonaría. Por el contrario, sí la cuerda estaba muy tensa, se rompería. En ese momento, Siddhartha comprendió que el camino correcto para buscar la Iluminación era el Camino Medio. Ésta doctrina supone el rechazo a los extremos, es decir, a la satisfacción excesiva de los placeres sensoriales, como a la privación excesiva.



La presente es una figura de Siddhartha realizada por la escuela de Gandara (s. III) que representa el camino errado. Su cuerpo luce esquelético, casi cadavérico, como consecuencia del ayuno excesivo.

Después de años de practicar el Camino Medio, Siddhartha alcanzó la Iluminación mientras meditaba a los pies del árbol Boddhi (una higuera). A partir de ese momento, se empieza a llamar propiamente Buda, que es sánscrito significa despierto.

Sí bien los relatos legendarios entorno a su vida encarnan las características sobrenaturales de un ser destinado a alcanzar la iluminación, es importante destacar que su doctrina no es una doctrina revelada, por el contrario, se basa en la propia experiencia, en las conclusiones de una mente que se ha cultivado para encontrar la sabiduría. El relato de la vida de Buda representa un camino, una búsqueda por la sabiduría personal que se hace accesible para todo practicante, lo que convierte al budismo en una doctrina de carácter universal.

You May Also Like

0 comentarios

Tus comentarios alimentan mi blog. Gracias por visitar, no te olvides de seguirme y avisarme si nos afiliamos. ¡Gracias por tu comentario!