El poder del Agua
Texto por Scott Cunningham del libro La magia de los cuatro elementos: Como dominar las energías de la tierra, el aire, el fuego y el agua, Segunda Parte Magia Elemental.
Habíamos estado buscando piedras en el desierto. La
temperatura rondaba los 44° C. Sudando, y agotados de escalar durante varias
horas la desolada montaña a pleno sol decidimos volver al refugio de sombra que
protegía nuestro coche.
Una vez allí, cogí el recipiente del hielo y me eché agua
helada directamente en la cabeza. El intenso choque producido por aquel gélido
líquido al correr por mi cuerpo fue una experiencia increíble. En aquel lugar,
agazapado junto a una montaña salpicada de rocas en el límite del desierto, me
fueron recordadas, una vez más, las maravillas del agua.
El agua está por todas partes a nuestro alrededor. Nuestros
cuerpos y la superficie de nuestro planeta están compuestos, aproximadamente,
por un 70% de esa sustancia líquida. Nuestra necesidad de agua y el deleite que
la misma nos produce son de sobra conocidos. Lo que no es tan conocido es el
gran abanico de usos mágicos del agua. He aquí algunos de esos usos.
Para incrementar la percepción psíquica
Diríjase a un arroyo en el llano, de curso tranquilo.
Entierre una moneda en la base de un árbol o de un arbusto cercano y arránquele
con cuidado tres hojas. Agradezca a la planta su sacrificio mientras coge las
hojas.
Seguidamente, sostenga las hojas entre las palmas de sus
manos. Visualícese como una persona psíquica, que puede despertar la mente
psíquica cuando lo desee. Imagínese cómo sería si tuviese ese poder. Proyecte
su poder personal en las hojas mediante la visualización.
Ponga una de las hojas a flote en el agua. Diga estas o
similares palabras:
Hoja aflate, hoja verde, ayúdame a ver lo que no es visible.
Cuando la corriente se lleve la primera hoja, ponga a flote
dirá y después la tercera, diciendo cada vez las mismas palabras. Cuando cada
hoja toca el agua, desprende poco a poco la energía que le ha dado.
Esta energía se mezcla con el poder inductor-psíquico del
agua para llevar a término su necesidad.
Un baño de paz
Prepárese un baño. (Lea más adelante las instrucciones para
las duchas.) Vierta una cucharada de leche en un recipiente grande de agua.
Diga:
El agua se ondula en la brisa...
Añada algunos pétalos de rosas (frescos o secos) al
recipiente de agua y leche. Diga:
El vilano del cardo vuela a través del aire...
Agite el agua, la leche y los pétalos de rosa con el dedo
índice de su mano derecha. Diga:
Silencioso como los poderosos mares...
Derrame suavemente la mezcla que ha creado en el baño. Diga:
Paz aquí sin ninguna preocupación.
Métase dentro. Báñese tanto tiempo como desee. Permita que
el agua absorba los pensamientos negativos y las preocupaciones. Regálese unos
momentos de paz sanadora.
(Para una ducha, utilice un recipiente más pequeño. Llénelo
con agua caliente. Siga las mismas instrucciones, pero en lugar de verter la
mezcla en la bañera, viértala sobre su cabeza. Diga «paz aquí sin ninguna
preocupación» antes de hacerlo o acabará farfullando de un modo muy poco
pacífico. Para este fin los baños son muchísimo más efectivos que las duchas.)
Un hechizo de agua de protección
A menos que vivamos en una gran ciudad, no solemos necesitar
verdaderamente protección mágica.
Pero podría llegar una época en la que sí la necesitáramos.
Este llamativo ritual despierta las energías protectoras dentro de quien lo
realiza.
Para este ritual necesitará cuatro cirios negros (sí
negros), un cuenco con agua, sal y una bolsa de papel.
Si no pudiera encontrar cirios negros, utilícelos blancos.
Ahora, centrémonos en el ritual. Coloque el recipiente con agua, un vasito que
contenga sal (no necesitará más de cuatro pellizcos de ella) y las cuatro velas
negras en su lugar para hacer magia. Cuente también con algunas cerillas (las
cerillas de madera son las mejores) y con una bolsa de papel.
Siéntese o sitúese de pie delante de los anteriores
artículos. Cierre los ojos y visualice una fortaleza de protección rodeándole.
Si siente la necesidad de ver un ser o criatura mágica defendiéndole, está
bien.
O podría desear imaginarse con una espada de fuego,
rechazando a todos sus enemigos. Furiosas amazonas pueden rodearle y
proteger-le de una forma continua. Las posibilidades son ilimitadas, pero su
visualización tiene que ser clara y concisa. Vea que está protegido. Sepa que
está protegido.
Encienda una cerilla. Encienda una vela negra. Coja la vela,
manténgala cerca de usted y diga:
¡No eres nada!
Aléjela y diga:
¡Estás debilitándote!
Aléjela todavía más, a la distancia del brazo extendido y
diga:
¡Estás expulsado!
Meta el extremo encendido en el agua. Observe cómo la llama
se apaga y desaparece. Sea consciente de que el agua también extingue toda la
energía producida para dañarle.
Rompa la vela utilizada con sus manos (o utilice un
martillo) y póngala en la bolsa de papel. Añada un pellizco de sal al agua para
purificarla.
Repita todo el hechizo tres veces más, una vez por cada
vela, diciendo las palabras, alejando la vela de usted, apagándola en el agua,
rompiendo la vela, deshaciéndose de ella y añadiendo la sal al agua.
Cuando haya terminado, diga estas o similares palabras:
Maldad que cabalgas por el cielo; fríos vientos que sopláis;
Oscurecidos embrujos que os remontáis de muy abajo:
Rotos ahora, desapareciendo rápidamente, no prosperaréis.
Porque con este hechizo que os he lanzado,
No podéis sobrevivir.
Lávese las manos. Elimine las velas negras (en la bolsa) de
su propiedad. Vierta el agua salada a una cloaca y lave bien el recipiente.
Ya está todo hecho.
(Este hechizo ha sido creado para transformar las energías
negativas en energía positiva, no para dañar a alguien.)
Una adivinación por el agua
La adivinación es el arte de utilizar herramientas para
entrar en contacto con la mente psíquica. Esta sencilla adivinación puede ser
muy efectiva aunque use tan sólo la llama de una vela y un cuenco con agua.
Para conseguir mejores resultados, realice este ritual por la noche, cuando
esté solo.
Llene con agua un recipiente grande que no sea metálico.
Colóquelo en su lugar para hacer magia. Si lo desea puede añadirle al agua unas
gotas de colorante azul comestible.
Cargue una vela azul entre sus manos, visualizando cómo su
percepción psíquica se desarrolla, crece y se expande.
Ponga la vela en un candelabro. Enciéndala. Acerque la vela
al recipiente de agua de forma que la llama se refleje en el agua.
Mire al reflejo de la vela. Relájese. No se concentre: difunda
su mente. Diga estas palabras una y otra vez hasta que hayan producido efecto:
Chispa, resplandor, la mente se oscurece; la clarividencia
aparece ahora es la luz.
Sabrá lo que tenga que saber.
El voto de agua
Como hemos visto, el agua es el elemento del amor. Por eso,
qué puede ser más natural que hacerle formar parte de un matrimonio informal.
Este antiguo rito es conocido como la Promesa del Agua.
Aquellos que se encuentran en sintonía con los elementos puede que deseen
llevar a cabo un ritual como éste.
Antiguamente, se creía que estas Promesas del Agua hacían a
la pareja indivisible, tan unidos como en una boda. Hoy en día los vemos como
métodos, para incrementar el amor. De ese modo, la Promesa del Agua es tanto un ritual de unión como un ritual de amor.
Puede ser realizado por nuevas parejas o con el objeto de
confirmar promesas anteriores. En cualquier caso, las personas implicadas deben
armonizarse con el agua (por cualquier método efectivo) y después empezar.
Ésta es la forma: encuentre un manantial o un pequeño
arroyo.
Colóquese en una de las orillas; su amada/o en la otra.
Deberán estrecharse las manos por encima del agua. Digan junios:
Agua que fluye, da fe de este acto: nuestras manos están
unidas; hacemos este pactó.
¡Os deseo la mayor fortuna a los dos!
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