Técnicas Mágicas
Texto por Scott Cunningham del libro La magia de los cuatro
elementos: Como dominar las energías de la tierra, el aire, el fuego y el agua,
Primera parte: Bases de la magia.
Si éste es su primer viaje por el mundo de la magia, el
camino puede parecerle extraño. Se enfrentará a términos e ideas poco
familiares. Este capítulo es el mapa de ese poderoso territorio. Aquí se
proveerá de los instrumentos necesarios para un trabajo mágico efectivo.
Energía
Muchos creen que la magia conlleva dibujar signos secretos,
pronunciar palabras incomprensibles, caminar de espaldas alrededor de piedras
agrietadas y muchos otros actos inusuales. Creen que tales cosas son el
principio y el fin de la magia.
De hecho, dichos actos son la parte menos importante de la
magia. No tienen significado a menos que ayuden al mago a conectar con la
energía en cualquiera de sus múltiples formas. En realidad la magia puede
realizarse sin ningún tipo de movimiento, sin tocar objetos físicos e incluso
sin pronunciar una sola palabra de poder. Para algunos, ésta es la forma más
potente de la magia, porque utiliza solamente el poder de nuestras mentes y
nuestros cuerpos. Pero eso no es magia natural.
Aunque la energía utilizada en la magia deriva de una fuente
universal, hay varias manifestaciones de ella. Adicionalmente, la energía
mágica también existe en formas no físicas (por ejemplo, el poder usado en los
rituales religiosos).
En la magia natural hay dos tipos de energía:
Poder personal
Empecemos por el principio: usted. Usted ya está
familiarizado con esta fuente de poder mágico. Lo ha sentido cuando ha subido
varios escalones, cuando ha visto una impactante película de terror, cuando se
ha enfadado o cuando se ha visto inmerso en el amor. Es el poder personal, la
energía que emana de nuestro cuerpo físico. Cuando gozamos de buena salud,
nuestro cuerpo es capaz de producir grandes cantidades de energía, corno sabe
más de un atleta que haya sido empujado a límites que parecen sobrehumanos.
Esta energía deriva de la tierra, porque nuestros cuerpos transforman la
comida, la luz del sol, el aire fresco y el agua en poder a nuestra
disposición. Normalmente utilizamos esta energía para mantenernos en buen estado
de salud y para actividades cotidianas, como hacer ejercicio, trabajar, dormir,
estudiar, pensar y el sexo, entre otras.
En magia, transferimos parte de esta energía hacia otros
fines. El poder personal es despertado (apretando los músculos), enfocado hacia
una meta (a través de la visualización) y liberado para llevar a la realidad
dicha meta. Es un proceso simple, y no es muy diferente a concentrarte para
estudiar toda una noche, correr una maratón, acabar una obra de arte o escribir
un poema. La intención, que no el proceso, es el mismo: dirigimos energía para
completar un proyecto.
En magia liberamos conscientemente esta energía para que
pueda provocar los cambios que necesitamos. El método para conseguirlo se
expone seguidamente.
Generalmente liberamos el poder personal de nuestro cuerpo
mediante la mano de proyección. Es la mano que utilizamos para escribir; la
derecha en la mayoría de nosotros. Si es ambidiestro puede usar cualquiera de
las dos.
NOTA: la cantidad de energía descargada por el cuerpo
durante la magia no es tan grande como para causar daños a la salud del mago.
El poder de la Tierra
La segunda fuente de energía mágica emana de la Tierra.
Aquellos de nosotros que hemos admirado un grupo de árboles, un campo de
flores, un lago tranquilo o una cueva hemos sentido ya algo de esta energía que
reside en la Tierra.
Los magos sienten incluso cantidades mayores de energía en
los objetos naturales y los eligen (según su naturaleza) para que actúen como
pilas mágicas en los rituales. Plantas, piedras, lagos, océanos, tormentas,
vientos, fuego y muchos otros están incluidos dentro de estos objetos
naturales. Cada uno posee tipos de energía distintos y característicos,
adecuados para cambios mágicos específicos.
En la magia natural unimos el poder personal con el poder de
la Tierra. Esto se hace mediante ciertos rituales encaminados a crear los
cambios que necesitamos. El tipo de cambio determina la naturaleza del poder de
la Tierra que debemos utilizar.
Absorbemos el poder de la Tierra (y todos los tipos de
energía que no se originan en nuestro cuerpo) a través de la mano de recepción
(la contraria de la mano de proyección descrita anteriormente). Para la mayoría
de nosotros es la mano izquierda.
El poder de la Tierra se divide en cuatro grandes grupos:
tierra, aire, fuego y agua. Estos son los Elementos.
La necesidad o meta
No podemos hacer magia sin una necesidad. Ésta puede ser
cualquier cosa, desde perder peso o enamorarse a aprobar un examen o pagar antiguas
deudas. La necesidad debe ser una verdadera pasión y no un deseo caprichoso.
La necesidad no debe ser imposible de conseguir. Llevar a
cabo rituales encaminados a hacerle volar (sin ningún tipo de avión), a casarse
con alguna famosa estrella cinematográfica (que nunca ha conocido) o a que le
toque la lotería (cuando hay millones de personas intentando lo mismo)
solamente le traerá decepciones.
Si sus necesidades son simples y alcanzables, se verá
premiado con el éxito.
Visualización
Es una de las partes más importantes de cada hechizo. La
visualización es un proceso natural por el que creamos imágenes en nuestras
mentes. En magia, creamos las imágenes de la necesidad y ahuyentamos todas las
imágenes del problema. Es decir, debemos vernos con muy buena salud, prósperos
o conduciendo un coche, pero nunca vemos enfermos, pobres o caminando hacia la
parada del autobús.
Nuestra habilidad para visualizar es una de las más
importantes herramientas de la magia. Somos capaces de crear (de ver) el futuro
en nuestras mentes. Crear imágenes en la mente durante la magia da una
dirección y un objetivo al poder que hemos convocado.
Para practicar la visualización, imagine que su mente es una
pantalla de televisión. Sintonice en ella una imagen de usted (mírese en un
espejo o vea una fotografía para refrescar su memoria; después véase en su
mente). Una vez que ya se haya visto en esa pantalla interior, imagine (vea) la
cara de su mejor amigo, la de su gato, perro o pájaro; la de su político
preferido o una manzana roja perfecta. Vea realmente esas cosas. Hágalas
verdaderas, en color y en tres dimensiones.
El siguiente paso es una expansión del anterior: vuelva a
verse, pero imagínese conduciendo un coche; viviendo en un apartamento nuevo;
aprobando un examen o consiguiendo un empleo satisfactorio. Eso es lo que
estará haciendo durante los rituales y hechizos: visualizar el cambio que
necesita como si ya hubiera ocurrido.
La visualización es el timón de la magia. Se encarga de que
la energía vaya al lugar correcto. Pero muchos de nosotros tenemos dificultades
en este proceso, por eso en la magia natural se utilizan a menudo símbolos,
fotografías, dibujos y otros objetos, como focos para nuestra concentración.
Estos objetos, por sí mismos, tienen poco poder, pero usados como focos
puntuales de nuestra concentración, nos permiten imprimirle la energía con una
necesidad y, eventualmente, dirigir el poder hacia su destino.
El hechizo
Un hechizo es un ritual mágico. Normalmente es de naturaleza
no-religiosa y conlleva, a menudo, la utilización de símbolos o de acciones y
palabras simbólicas. Consiste en una serie de movimientos específicos, el uso
de objetos y de procesos internos (como la visualización), para crear una manifestación
específica.
Los antiguos hechizos no son más efectivos que los nuevos.
Pero para manifestar su necesidad, el hechizo debe estar diseñado para realizar
tres cosas:
a) Despertar el poder personal (y. en magia natural, unirlo
con el poder de la Tierra).
b) Programar esta energía (a través de la visualización).
c) Liberar la energía.
En este lugar encontraras todo tipo de hechizos. Cada uno de
ellos está diseñado para cumplir estas tres premisas, pero necesitan la ayuda
del mago. Un hechizo es verdaderamente mágico solamente en las manos de un
mago. Una vez haya empezado a practicar la magia será un mago.
Cargar
Es un aspecto de la magia natural. Cargar es un proceso
consistente en enviar poder personal a un objeto o a un lugar específico (tales
como un recipiente de agua, una vela, una hoja...). Para cargar algo, téngalo
en su mano de proyección, visualice la necesidad, despierte el poder personal
(apriete los músculos hasta que se estremezca) y proyecte la energía fuera de
su cuerpo, mediante la mano de proyección, hacia el objeto.
La voz mágica
Al recitar cantos mágicos y palabras de poder, utilice su
voz más firme, más poderosa. Hablar suavemente aminora los efectos de las
palabras. Las palabras están ahí para afectarle a usted, no a una extraña
entidad o deidad. Dígalas con tanta fuerza como pueda.
Naturalmente, habrá veces en las que tendrá que susurrar las
palabras. Cuando eso suceda, ponga tanto sentimiento en ellas como le sea
posible. El efecto será el mismo.
No se preocupe por la exactitud de las palabras. Aunque se
salte una de ellas no mermará la efectividad del hechizo. Pero si después de
tropezar en una o dos sílabas, nota que está perdiendo la concentración y que
su visualización se debilita, lo mejor es detenerse, volver un poco hacia atrás
y repetir otra vez las palabras.
Hay hechizos que no necesitan palabras. De hecho, en la magia
natural, la visualización es mucho más importante que las palabras. Las
palabras se pronuncian para fortalecer el poder personal, excitar las emociones
y afinar la visualización. Las palabras son los vehículos que le llevan a su
destino, no el mismo destino.
Preparándose para los rituales
Ésta es la lista de las cosas que debe hacer antes de llevar
a cabo los rituales mágicos en su hogar. Muchos rituales pueden realizarse en
otros lugares e incluso pueden ser más eficaces en el exterior. Desde luego, si
realiza sus hechizos en la playa, no tendrá que preocuparse de descolgar el teléfono.
1. Asegúrese de que no le molestarán durante el hechizo. Eso
quiere decir cerrar con llave la puerta; correr las cortinas (salvo en el caso
de que no puedan verle a través de la ventana); desenchufar el teléfono (o
desconectarlo y bajar el volumen del contestador automático); y/o avisar a los
que vivan con usted de que no deben interrumpirle. De esa forma, evitando
cualquier tipo de interrupción, tendrá la seguridad de que podrá concentrarse.
Si es necesario, practique sus rituales bien entrada la noche, una vez que
todos se hayan ido a dormir.
2. Prepárese físicamente para el rito. Tome un baño o
dúchese; vístase con ropa limpia, preferentemente de algodón (si es posible
evite llevar ropa de fibra sintética durante la magia natural). Los ropajes no
son necesarios e incluso no tiene por qué llevar ropa, si le parece más cómodo prescindir
de ella.
3. Asegúrese de que su necesidad es auténtica, y de que es
posible conseguirla. Aunque ya debería haberlo pensado antes, recuerde que
nunca es tarde para decidirse a utilizar otro ritual. Algunos magos llevan a
cabo un acto de adivinación (véase el glosario), antes de realizar cualquier
tipo de magia, para descubrir la naturaleza del problema y su solución. Como
realizará la mayor parte de los hechizos para usted, es muy probable que no
necesite la adivinación.
4. Antes de empezar, respire profundamente durante unos
segundos. Eso aquietará su mente, preparará su cuerpo y le permitirá comenzar
concentrándose en su necesidad.
Llevando a cabo un ritual
1. Consiga los utensilios necesarios.
2. Siéntese cómodamente unos instantes. Respire
profundamente. Concéntrese en el cambio que está a punto de realizar. Anule
todos los pensamientos relacionados con el problema y piense sólo en su solución.
3. Visualice al tiempo que empieza a trabajar con los
objetos. Cárguelos si es necesario.
4. Pronuncie las palabras o el cántico, si es necesario.
5. Reúna el poder de su cuerpo tensando los músculos. Al
mismo tiempo, obtenga la energía de los objetos naturales que ha elegido para
su utilización en este hechizo, manteniendo su mano de recepción encima de
ellos, cogiéndolos, o lo que corresponda, de acuerdo con las exigencias del
hechizo.
6. Cuando el poder esté en su punto álgido, cuando se sienta
temblar al intentar retenerlo, libérelo. Proyecte el poder de su cuerpo a
través de su mano de proyección, relajando los músculos de su cuerpo. Puede
enviarlo a una vela, a una piedra, al fuego, a un vaso de agua o a cualquier
otro objeto. Desee y sienta como fa energía le deja para hacer su trabajo.
7. Repita el hechizo hasta que haya surtido efecto.
¿Por qué arriesgarse?
Me estoy refiriendo, por supuesto, a trabajar con magia
negra. Hay pocas reglas en magia, y son simples y fáciles de seguir:
- No practique magia para molestar, irritar, dañar, herir o
matar a otra persona.
- No practique magia con el fin de atar, influenciar,
manipular o controlar a otra persona.
- No practique magia para intentar conseguir el amor de una
determinada persona.
- No practique magia para tratar de conseguir los favores
sexuales de otra persona.
- No venda sus hechizos mágicos.
- No practique magia para satisfacer su ego.
- No practique magia de ninguna clase para otra persona
(incluso si es beneficiosa) sin su consentimiento.
Éstas no son tan sólo mis directrices. Han sido
desarrolladas por magos experimentados durante milenios. Están basadas en la
idea de que la magia es un maravilloso instrumento para conseguir transformaciones
personales positivas. Su mal uso (cualquiera de las formas descritas
anteriormente y algunas otras) la convierte en un instrumento de maldad.
La magia es lo que hacemos de ella. Además, la magia también
nos influye. Si hacemos magia para controlar a alguien, alguien nos controlará.
Si hacemos magia para dañar a alguien, alguien nos dañará.
Si hacemos magia para satisfacer nuestro ego, algo acabará
aplastándolo. Eso ocurre siempre.
Concentrarse en este tipo de energías hará que se
desarrollen en su interior. Pronto será víctima de sus propios hechizos. He
dicho todo lo que he podido sobre los peligros de esta magia. ¿Por qué arriesgarse?
Magia para otros
Es bonito hacer magia para otros.... después de haber
obtenido el permiso de la persona en cuestión.
Esto podría parecer ridículo, pero está basado en conceptos
sencillos: primero, realizar magia para otra persona -incluso si es un buen
amigo y la magia es beneficiosa es una manipulación. Hacerlo sin su consentimiento
es, además, un acto de sabotaje mágico.
Así que, repito de nuevo, lo mejor es preguntar a sus amigos
si en realidad desean los efectos del hechizo. Muchas veces no entendemos la
vida de nuestros amigos y podríamos malinterpretar sus palabras o actos. Llevar
a cabo un hechizo para cambiar una situación imaginaria es una pérdida de tiempo
y energía. Es mucho mejor dialogar con la persona, obtener una visión interior
del problema y conseguir su visto bueno antes de empezar a sacar velas y
hierbas.
Normalmente la magia es un instrumento de
autotransformación. La utilizamos para mejorar nuestras vidas. También podemos
usarla para otros y con buenos resultados, pero sólo con su permiso.
La vida mágica
Este lugar es una recopilación de hechizos y ritos mágicos
que van unidos al mundo que nos rodea. Al llevar a cabo éstas y similares
operaciones de magia, muchos acceden a una nueva dimensión. En lugar de ver sus
vidas como una interminable serie de pruebas, desencantos y fracasos, la viven
como una alegre celebración y unión con otras personas, animales, la Tierra y
con aquello que lo creó todo.
La magia natural hace eso. Nos abre a nuevas experiencias y
nos permite ver lo que ha habido siempre delante de nuestras narices: la luna
llena pintando de plata a una nube, el suave ir y venir de las mareas, la
deslumbrante simetría de un girasol rebosante de semillas, la caricia del viento...
Con esta visión ampliada, muchos magos se dan cuenta de que
la magia ha estado siempre presente en sus vidas, que es nuestra herencia común
como seres humanos. Este descubrimiento y la continuidad de sus actividades
mágicas, les convence de que la vida en sí misma es un proceso mágico. Y
entonces empiezan a llevar vidas mágicas.
La vida mágica no es exclusivamente realizar hechizos,
reunir hierbas o entonar cánticos. La vida mágica es aquella en la que
percibimos con un asombro maravillado las sutiles pero reales energías de la
Tierra; en la que sentimos cómo los ciclos de la naturaleza nos transforman; en
la que nosotros, como seres humanos, respetamos las fuerzas incognoscibles que
forman nuestro mundo y nos dan la vida.
Continuamos con nuestro trabajo, cuidamos a nuestros seres
queridos y seguimos pagando facturas, pero también vemos cómo florece la magia
en una sonrisa, sentimos el agradecimiento de la Tierra cuando plantamos
árboles y escuchamos al viento cantar mientras el sol se hunde en el horizonte
por el oeste.
Podemos lograr la vida mágica fácilmente. Realmente vale la
pena conseguirla, porque en su elevada existencia los problemas se convierten
en soluciones, las dudas en esperanza y la vida se transforma en una
experiencia positiva, más feliz y más gratificante.
Si los magos no ganan nada más de la magia, sus esfuerzos
han valido la pena.
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