La Espiral del Renacimiento en la Wicca

by - febrero 12, 2019



La reencarnación parece ser uno de los temas más controvertidos de la espiritualidad en la actualidad. Centenares de libros sobre el tema están siendo publicados, como si el mundo occidental solo hubiera descubierto recientemente esta antigua doctrina.

La reencarnación es una de las más valiosas lecciones de la Wicca. La conciencia de que esta vida es sólo una entre muchas, de que no dejamos de existir cuando el cuerpo físico muere, sino que renacemos en otro cuerpo, responde a un gran número de preguntas, pero genera otras tantas.

¿Por qué? ¿Por qué reencarnamos? Como muchas otras religiones, la Wicca enseña que la reencarnación es el instrumento por el cual nuestras almas son perfeccionadas. Una vida no basta para alcanzar tal objetivo; por lo tanto, la conciencia (alma) renace incontables veces, cada vida englobando un grupo diferente de lecciones, hasta que la perfección es alcanzada.

Nadie puede decir cuántas vidas son necesarias antes de lograrlo. Somos humanos y es fácil adherirse comportamientos no-evolucionarios. La codicia, la ira, los celos, la obsesión y todas nuestras emociones negativas inhiben nuestro crecimiento.

En la Wicca, buscamos fortalecer nuestros cuerpos, mentes y almas. Ciertamente, vivimos vidas terrenales plenas y productivas, pero intentamos hacerlo sin perjudicar nadie, la antítesis de la competición, la intimidación y la búsqueda del primer lugar.

El alma no tiene edad, sexo o físico, poseyendo la luz divina de la Diosa y del Dios. Cada manifestación del alma (por ejemplo, cada cuerpo que habita la Tierra) es diferente. No existen dos cuerpos o vidas exactamente iguales. Si no fuera así, el alma se estancaría. El sexo, la raza, el lugar de nacimiento, la clase económica y todas las otras individualidades del alma son determinadas por sus acciones en vidas pasadas y por las lecciones necesarias de la vida presente.

Esto es de suma importancia para el pensamiento Wiccan: nosotros decidimos el desarrollo de nuestras vidas. No hay dios, maldición, fuerza misteriosa o destino sobre el cual podamos tirar la responsabilidad por los hechos de nuestras vidas. Nosotros decidimos lo que necesitamos aprender para evolucionar y entonces, se espera, durante esa encarnación, que trabajemos en la búsqueda de ese adelanto. De lo contrario, regresamos a las tinieblas.

Existe un fenómeno que actúa como auxiliar en el aprendizaje de las lecciones de cada existencia, al cual se conoce como karma. El karma es generalmente incomprendido. No es un sistema de recompensas y castigos, sino un fenómeno que orienta el alma en dirección a las acciones evolutivas. De este modo, si una persona practica acciones negativas, recibirá acciones negativas a cambio. El bien atrae el bien. Con esto en mente, hay pocos motivos para actuar negativamente.
Karma significa acción, y es de esta forma que funciona. Como herramienta, no como castigo.

No hay modo en que uno pueda «borrar» el karma, así como no todos los eventos aparentemente terribles de nuestras vidas son un subproducto del mismo.

Aprendemos del Karma sólo cuándo tenemos conciencia de él. Muchos buscan en sus vidas pasadas para descubrir sus errores, para solucionar los problemas que están inhibiendo su adelanto en esta vida. Técnicas de trance y meditación pueden ser útiles, pero el verdadero autoconocimiento es el mejor medio para alcanzar este fin.

La regresión a las vidas pasadas puede ser peligrosa, pues existe el riesgo de autoengaño. Nuestras mentes conscientes, al buscar encarnaciones pasadas, se agarran fácilmente a esos ideales románticos.

Si esto se convierte en un problema, o no desea conocer sus vidas pasadas, o carece de instrucción sobre cómo hacerlo, observe esta existencia. Puede descubrir cualquier dato relevante sobre sus vidas pasadas al observar esta vida. Si solventó sus problemas en vidas pasadas, estos no serán una preocupación para usted hoy. De lo contrario, los mismos problemas surgirán una y otra vez; por lo tanto, concéntrese en esta vida.

De noche, analice sus actos del día, tanto para acciones y pensamientos positivos, como para los negativos. Analice a continuación la semana que antes pasó, el año, la década pasada. Consulte agendas, diarios o antiguas cartas en su poder para refrescar su memoria. ¿Comete usted continuamente los mismos errores? En caso positivo, jure no repetirlos nunca más, en un ritual concebido por usted.

En su altar o santuario, podría escribir tales errores en un pedazo de papel. Sus notas pueden incluir emociones negativas, miedos, placeres desmedidos, permiso a otros para que controlen su vida, interminables obsesiones amorosas para con hombres/mujeres indiferentes a sus sentimientos. Mientras escribe, visualícese actuando de esa forma en el pasado, no en el presente.

A continuación, encienda una vela roja. Encienda el papel sobre la llama y tírelo en un caldero o en otro recipiente a prueba de fuego. Grite – o simplemente afirme para sí – que tales acciones del pasado no forman ya parte de usted. Visualice su vida futura libre de tales comportamientos nocivos, limitadores, inhibidores. Repita el ritual mientras sea necesario, tal vez en noches de luna menguante, para finalizar la destrucción de esos aspectos de su vida.

Si ritualiza su determinación en progresar en esta vida, su juramento vibrará con fuerza. Cuando se sienta tentado de reincidir en sus viejos modos de actuar o pensar, acuérdese del ritual y sobrepóngase a esa necesidad con su poder.
¿Qué ocurre después de la muerte? Sólo el cuerpo muere. El alma sobrevive. Algunos Wiccans dicen que ella viaja hacia un reino conocido como Tierra de las Hadas, Tierra Brillante y Tierra de los Jóvenes.

Este reino no es ni el paraíso ni el Submundo. Simplemente, es – una realidad no física, mucho menos densa que la nuestra. Algunas tradiciones de la Wicca lo describen como la tierra de verano eterno, con campos de cesped y dulces ríos, tal vez como la tierra antes del advenimiento de la raza humana. Otros lo ven vagamente como un lugar sin formas, donde los flujos de energía coexisten con las energías mayores – la Diosa y el Dios en sus identidades celestiales.

Se dice que el alma vuelve a ver la última vida, tal vez de un modo misterioso, con las deidades.

Esto no es un juicio, o un pesaje del alma de la persona, sino una revisión encarnatória. Se arroja luz sobre las lecciones aprendidas o ignoradas. Después de un periodo apropiado, cuando las condiciones de la Tierra estén favorables, el alma reencarna y se reincida la vida.

Se dice que el alma vuelve a ver la última vida, tal vez de un modo misterioso, con las deidades.

Esto no es un juicio, o un pesaje del alma de la persona, sino una revisión encarnatória. Se arroja luz sobre las lecciones aprendidas o ignoradas.
Después de un periodo apropiado, cuando las condiciones de la Tierra estén favorables, el alma reencarna y se reincida la vida.

La pregunta final: ¿qué sucede tras la última encarnación?
Las enseñanzas de la Wicca han sido siempre libres en cuanto eso. Básicamente, los Wiccans dicen que después de subir la espiral de la vida, muerte y renacimiento, las almas que hubieron alcanzado la perfección se liberan para siempre de ese ciclo y cohabitan con la Diosa y con el Dios. Nada se pierde para siempre. Las energías residentes en nuestras almas retornan a la fuente divina de la cual emanaron originalmente.

Por aceptar la reencarnación, los Wiccans no temen la muerte como sumisión en el olvido, con sus días de vida terrenal para siempre perdidos en el pasado. La muerte es vista como la puerta para el nacimiento. Por lo tanto, nuestras propias vidas están simbólicamente conectadas a los infinitos ciclos de las estaciones que amoldan nuestro planeta.

No intente forzarse a creer en la reencarnación. El conocimiento es muy superior a la creencia, pues creer es modo de los malinformados. No es muy sabio aceptar una doctrina tan importante como la reencarnación sin estudiarla a fondo para saber si ella realmente le dice algo.

Además, a pesar de que puedan existir fuertes conexiones con los que amamos, sea cauto en cuanto a la noción de almas gemelas, como, por ejemplo, personas que haya amado en otras vidas y que usted cree está destinado a amar nuevamente. Aunque sus sentimientos y creencias sean sinceros, no siempre se basan en hechos. En el curso de su vida usted puede encontrar cinco o seis personas con las cuales sienta la misma conexión, a pesar de su implicación actual. ¿Será que todas son almas gemelas?

Una de las dificultades de este concepto es que, de estar todos intrínsecamente conectados a las almas de otras personas, al continuar encarnando junto a ellas no estaremos aprendiendo absolutamente nada. Por tanto, anunciar que encontró a su alma gemela tiene el mismo efecto que decir que usted no está progresando en la espiral del renacimiento.

Un día usted sabrá, y no sólo creerá, que la reencarnación es tan real como una planta que da brotes, florece, esparce su semilla, mengua y genera otra planta a su imagen. La reencarnación fue probablemente intuida por los pueblos antiguos cuando estos observaban la naturaleza.

Hasta que haya llegado a una conclusión propia, puede desear simplemente considerar la doctrina de la reencarnación.

Capitulo tomado del libro de Scott Cunningham, Wicca Guía para el Practicante Solitario.

En lo personal creo amplia mente en las almas gemelas y al leer esto un pedazo de mi corazón se rompió, pero es que en realidad eh conocido personas que están ligadas a otra, por malas decisiones no han podido deja de reencarnar, pero estas son creencias personales, de igual forma seguiré publicando sobre este tema así cada quien formara sus propias ideas.

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